domingo, 20 de junio de 2010

CUESTIÓN DE AMOR AL DEPORTE





Si Alberto estará orgulloso de sus amigos, es por sentir festejado lo que siempre predicó, es como si se repitiera el deseo de un hombre en su tiempo, con las enseñanzas que el puso en práctica en vida.
Nada tiene más sabor al duplicado, que honrar su memoria, y para ello el Trial Gran Canaria, se vistió una vez más del color del amor por el trial y sus gentes.
Hubieron muchas curiosidades que advertir, en esta tercera edición del memorial, pero quiero distinguir las dos que más me llamaron la atención: por un lado la sintonía de la experiencia, con la confirmación del auge en las clásicas, donde los “Viejas Glorias” recuperan la esencia de un deporte que nunca pasará de moda en la práctica. Por otro los niños, el futuro, cimentando sus primeros pasos de escuelita. Dos enternecedoras imágenes, con las que nuestra memoria, situarían Alberto en el mayor de los precursores, rodeado de niños en los años noventa en los cursillos, y apoyando los inicios del Viejas Glorias, con todo el entusiasmo que derrochaba siempre.
El nacimiento de una nueva modalidad de entretenimiento tendrá un valor añadido en el futuro, la gínkana trialera, entretuvo con el “pique” correcto a toda la parroquia motera del trial, el morbo por saber quien sellaría su nombre en el trofeo del Memorial, subió enteros, con la larga cola de intentos por parte de todos los aficionados.
Al final dos ganadores alegres exhibían para la fotografía el preciado trofeo, pues sabido era, que solo figurara su nombre en la base del mismo en el futuro. Coke Gómez con moto anterior a los 90. Y Gilberto Santana uno de aquellos niños que Alberto enseñó en su moto club Gamonal.

El trial y todas las actividades se desarrollaron dentro del estanque Barreto, un lugar que el ayuntamiento, empieza a mimar para este tipo de actividades, buen proyecto el que tiene la concejalía de deportes de Arucas para ir remozando los aledaños y dejar para la práctica del TT, este lugar idóneo.
Sergio Bolaños Monzón exhibía su veteranía y senectud sentado en la salida con la bandera en mano. En su débil memoria, el recuerdo para el “cariñoso” estuvo latente en todo momento. Y la gracia del disfrute de la modalidad que puso en escena hace 40 años con la incombustible Peña Motorista Gran Canaria.

Los podium dejaron claro los que luchan por el campeonato regional, que puede, que por primera vez en la historia de esta modalidad, se lleven los títulos nuestros vecinos de Tenerife. Merecido aplauso al esfuerzo de mantener la llama viva de la competición en horas bajas de actividad.

El trial sigue vivo en Gran Canaria, aunque muerda en el silencio la angustia de no manifestarse como debiera. El memorial Alberto Santana Cruz será el orgullo y el punto de referencia de la continuidad en el futuro. Y todo gracias al amor que un hombre puso al deporte. Ilusión, generosidad y esfuerzo, valores que no se cultivan en abundancia, lamentablemente.

En nombre de todos los asistentes, gracias por hacernos sentir una vez más como si nunca te hubiéramos perdido, una gran familia feliz.



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